"Elefante morado", la "banda", "frente popular", "mariachis"... las expresiones más ocurrentes del debate

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura.
EFE
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura.

El Congreso de los Diputados recogió entre el lunes y el martes un carrerón de alocuciones, salpicado de ocurrentes metáforas, que los diferentes líderes de los grupos emplearon para replicar al candidato a la investidura.

Pedro Sánchez se estrenó con un discurso de dos horas en el que fue desgranando ofertas de pactos de Estado, reformas constitucionales, nuevas leyes, planes y más planes —aunque obvió el conflicto catalán y a sus socios—, y pronto le llegaron los contraataques.

Así, el líder del PP, Pablo Casado, primero en contestarle por la tarde, aludió  al "elefante morado con un gran lazo amarillo que está en medio del hemiciclo" que Sánchez no quiere ver, es decir, a los de Iglesias y los independentistas catalanes.

Tras él, Albert Rivera no veía nada más que "puro teatro" en todo lo que hace Sánchez, con el temible paquidermo ya ubicado en la "habitación de al lado" o más bien "habitación del pánico" donde el PSOE negocia el apoyo a su investidura a cambio de cosas tan feas como los "indultos" a posibles condenados del procés.

Ambos desacreditaron todo lo que había propuesto Sánchez, quien según Casado "no es de fiar", mientras Rivera le acusó de tener un plan, bautizado "plan Sánchez" para el que cuenta con una "banda" de morados e independentistas con los que acabará "liquidando" España tras perpetuarse en el poder.

Pero Sánchez hizo que sus reproches rebotaran en un mismo y esforzado muro, el de la abstención que cesó de pedir a ambos, casi exigir, para no llegar al "bloqueo" de unas nuevas elecciones en noviembre y para que no tuviera que ser elegido presidente gracias a la aquiescencia de los independentistas.

Acusó a Casado de tener su propio "elefante" en la corrupción del PP, y a Rivera le soltó que su partido parecía "La gran evasión" con tanta renuncia, si bien su tono fue más duro con el de Ciudadanos, quien le había recriminado que buscara una España "de rojos y azules".

Iglesias y las "excusas"

Con expectación y silencio comenzó Pablo Iglesias, el lunes al filo de las 18.30 horas, para tachar de "triquiñuela" la propuesta de Sánchez de reformar el artículo 99 de la Constitución para evitar los bloqueos de las investiduras, asunto en el que ambos se enredaron.

Ya desde el principio Iglesias hizo notar al candidato que no le veía proclive al acuerdo con ellos —"Disimule un poco", le dijo— y desmontó sus sucesivas "excusas" en el proceso negociador, la última de las cuales fue el veto a su persona para que entrara en el Gobierno; en un tono férreo, seco y nada complaciente, reclamó "respeto" para sus votantes.

Sánchez le contestó sacando a la palestra sus conocidas discrepancias mutuas sobre Cataluña, le recordó los distintos escenarios de colaboración gubernamental que desestimó el de Podemos y en todo caso le señaló que "si finalmente no llegamos a un acuerdo" hay otras vías posibles, como un pacto de investidura.

Dicho matiz que no pasó desapercibido para Pablo Iglesias, que casi abroncó a su interlocutor recordándole cómo una coalición debe respetar a la otra parte y nunca reducirla a un papel "decorativo", un apunte poco "serio", según Sánchez, que llevó a Iglesias a revelar que el candidato se niega a todas sus propuestas.

Así, desplazada ya la "habitación del pánico" al hemiciclo, Iglesias le advirtió, muy contundente, antes de concluir que si se repiten las elecciones "no será presidente de España nunca". Sánchez renunció a contestarle.

Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, afirmó que España soportará la "calamidad" que prepara Sánchez y erigió a su partido como la voz que combatirá el "frente popular" que traerá, ha dicho, "miseria, enfrentamiento y ventajas e impunidad para los enemigos" del país. En su primera intervención en el debate, alertó de lo que llamó "conglomerado populista, chavista y comunista" y recalcó que Vox será un "obstáculo insalvable" para su proyecto.

"¿Estamos a setas o a rolex?"

El martes abrió la sesión el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que advirtió al candidato de que la izquierda "pagará el pato" si no hay acuerdo con Podemos y entonces merecerán que "todos los hijos de Aznar y Don Pelayo les pasen por encima". Citó a Unamuno y pidió a Sánchez que haga una reflexión porque "los elefantes que ignoró ayer son manadas".  Llamó "trillizos" a PP, Cs y Vox y sentenció que a él no le "roba España; me roban Rato, Bárcenas, Millet, Pujol...".

Más ingenioso estuvo Aitor Esteban, del PNV, que se animó a contar el viejo chiste de dos amigos que van al monte a buscar setas, cada uno con su cesta, pero uno recoge un "rolex carísimo". "¿Oye a qué estamos, a setas o a rolex?", preguntó, para subrayar que "hay que estar a lo que hay que estar".  Según él, aspirar al reloj sería una quimera que no debe cegar a quienes tienen la oportunidad de llenar la cesta de "excelentes perretxikos".

También dedicó palabras a otros líderes. A Iglesias le dijo que la "búsqueda de ganancias a corto puede acabar en fracaso" y que "la avaricia rompe el saco"; a Rivera, que cuando le mira le imagina "en una banda de mariachis, dando siempre la nota desde la tribuna y la serenata desde el escaño".

Acabar como un "jarrón chino"

Durante su turno, la portavoz en el Congreso de JxCat, Laura Borrás, ha asegurado que su partido tenía "155 razones para votar no" en la investidura; por su parte, el de Compromís, Joan Baldoví, ha pedido a Sánchez que lidere "una verdadera banda de música". Para Ana Oramas, de CC, la soberbia de Sánchez "le está matando"; y a Pablo Iglesias le ha espetado: "¡Cuidado señor Iglesias, que se empieza como florero del PSOE y se acaba como un jarrón chino de Podemos".

En cuanto a Navarra Suma, Sergio Sayas ha dicho que "hace falta tener estómago" para pactar nada con Bildu por lo que es: "Otra cosa es que algunos traten de taparse los ojos" y pidan a los demás que se "tapen la nariz", añadió. Bildu, por su lado, ha recordado que ellos fueron decisivos para que prosperaran los últimos reales decretos sociales y que no entienen el hecho de que se les aplique un "apartheid político", según Mertxe Aizpurua.

La última portavoz en intervenir ha sido Adriana Lastra (PSOE). Ha acusado al líder de Ciudadanos de "vender su alma" por haber pactado con Vox y ha tildado tanto a Rivera como a Casado de ser "constitucionalistas de boquilla" y "hombres de Estado solo de boquilla".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento